PARA ALCANZAR LAS ESTRELLAS, SE DEBE ESTAR CADA VEZ MÁS CERCA DE ELLAS.
Todos en la vida tenemos un sueño, por ejemplo algunos quieren viajar a un país, otros pretenden realizar alguna situación extravagante, algunos fantasean con encontrar el amor de su vida. Por eso, las personas luchan por hacer realidad estas ilusiones y otros simplemente no realizan nada porque siguen pensando que estos son una utopía. Por lo contrario, también existen seres humanos que no le interesa nada en absoluto, no tienen una norte ni un sur, tampoco imaginan un futuro y peor aún tienen un fin determinado para sus vidas. Pero, ¡qué extraño! ¿Acaso esta mención anterior se parece es la vida de un docente? Un profesor imagina un objetivo, lo plasma en su planificación, lucha por llevarlo a cabo y finalmente analiza su creación, para percibir, sí su fin llegó a ser lo que él deseaba. De la misma manera, algunos docentes no se plantean un objetivo, ni una planificación, sencillamente piensan que se imparte un conocimiento y muchos solo trabajan para ser remunerados. Pero la pregunta ahora es, ¿Cómo saber que estos objetivos planteados inicialmente, se alcanzaron?, es allí en donde el profesor tiene una carta bajo la manga, LA EVALUACION.
El docente es quien guía el proceso de enseñanza-aprendizaje, por ende, debe tener un objetivo y este debe estar enlazado con su planificación, ponerlo en marcha y como la enseñanza sistemática es una actividad de este proceso, es por tal motivo que la evaluación es una componente indispensable de la misma.
Hablar de un proceso de evaluación es sumamente difícil, sin embargo se debe tener en cuenta varios aspectos al momento de evaluar.
Formas de evaluación:
No se debe generalizar una forma de evaluación, o decir que una forma es mejor que otra; existen distintos factores que influyen al momento de evaluar, por ejemplo el contexto o diversas situaciones. Algunos formas más comunes de evaluación son la autoevaluación (los estudiantes se evalúan), la coevaluación (los compañeros lo evalúan), y finalmente la heteroevaluación (el profesor califica). La autoevaluación siempre será una técnica importante porque mediante ella se podría incluso, trabajar algunos valores, de igual manera la coevaluación. Respecto a esto, en una investigación realizada en algunos colegios de Sudamérica, un estudiante mencionó “las calificaciones nos han creado tensiones y siempre nos tienen en una competencia total, pero gracias a la auto y coevaluación, podemos expresar lo que creemos de nuestros trabajos y nos invitan también a desarrollar la capacidad de pensar”[1]. Seguramente la tercera forma de evaluación requiere un análisis; cuando el docente califica se debe tomar en consideración algunos aspectos, no se debe en ningún momento creer que la heteroevaluación es una arma que jerarquiza al profesor, más bien, se propone que los docentes conjuntamente con los alumnos, establezcan los criterios de la evaluación para que de esta manera, haya un convenio y que los estudiantes también tengan parte en el proceso de evaluación de sus aprendizajes. Ante todo, es importante que el profesor considere dos aspectos al momento de esta evaluación, el seguimiento del proceso, y dar una valoración al resultado alcanzado.
La evaluación en Matemática:
En la evaluación en matemática es importante la relación de los estudiantes con los profesores y el saber, pues de lo contrario no existirá un ambiente adecuado en donde se pueda reflexionar acerca de los procesos que se deben seguir, además los estudiantes deberían tener confianza en su profesor, ya que el carácter del mismo influye mucho en el proceso de enseñanza. Si no existe un ambiente adecuado, los estudiantes no van a tener una participación activa y muchas de las veces quedaran con vacíos que seguramente repercutirán en la evaluación. “El análisis comprensivo de la actuación del estudiante incluye valorar tanto el conocimiento de las matemáticas (hechos, conceptos, teoremas, propiedades) y la disposición hacia su uso. Pero la valoración del uso de las matemáticas implica reconocer que ésta modela una amplia variedad de fenómenos, los cuales no solo se encuentran en contextos matemáticos sino también en contextos de las ciencias”.[2] Es por esto que los modelos de la evaluación deber ser bien estructurados, ya sea para evaluar algunos conceptos, o cómo aplicar estos conceptos, es decir que los conocimientos sean útiles en la vida cotidiana, ya que si los estudiantes conocen esto, quizá sea una motivación para aprender, pues ellos sabrán que lo que estudian, es algo útil a largo o corto plazo.
CONCLUSIONES Y PROPUESTAS PARA MEJORAR LAS EVALUACIONES
Las formas de evaluación dependen mucho del contexto en el cual se esté trabajando. En cuanto a lo que se refiere a las técnicas de evaluación, no existe una mejor que otra, solo que se debería tener presente en que momento y circunstancia aplicarlas dependiendo de los factores que estén involucrados y del grupo de estudiantes. En lo que se refiere a mejoras en cuanto al proceso de evaluación podríamos citar las siguientes:
· Al inicio de cada unidad u año, tomar una prueba de diagnóstico para tener presente y orientar el estado de los alumnos.
· Fomentar la coevaluación y la autoevaluación.
· Realizar encuestas para que los estudiantes digan en que parte de la materia tienen dificultades y poder así reforzar esos vacíos.
· Mejorar las relaciones entre estudiantes y profesores con el fin de incentivar los acuerdos y criterios de evaluación, además para que los alumnos tengan una participación activa en el proceso de la evaluación.
A partir de la valoración realizada por los profesores con respecto a los resultados obtenidos, se deberían también evaluar las técnicas que estos ponen en práctica, pues existen algunos profesores que creen que su manera de enseñar es la correcta y muchas de las veces no lo son.
“Para alcanzar estas estrellas (objetivos de evaluación), tendremos que (sí así lo queremos) estar cada vez más cerca de ellas (mediante los procesos, técnicas, instrumentos, y valoraciones) y dejar de pensar que estas están muy lejos y nunca las alcanzaremos”
BIBLIOGRAFÍA
Apel, Jorge; Rieche, Bibiana, Las pruebas en el aula: aprendizaje y evaluación, Aires Aique, s.l, 2001.
Autino Beatriz y Digion Mariza, características de la evaluación de los aprendizajes, Fuestes, Jujuy (Argentina), 2009.
Stodolsky; S.S. La importancia del contenido en la enseñanza. Actividades en las clases de matemáticas y ciencias sociales, Paidós, Madrid, s. a.
Watch Tower, lo que los jóvenes preguntan, New York, Brasil, 2006.
http://www.monografias.com/trabajos64/evaluacion-aprendizaje/evaluacion-aprendizaje3.shtml.
[1] Watch Tower, lo que los jóvenes preguntan, New York, Brasil, 2006, pág. 141
Realizado por Vanessa Guamán